Miopía en los niños
La miopía es un defecto de refracción o error en el enfoque visual. Las imágenes se enfocan por delante de la retina y no sobre ella, lo que dificulta la visión de lejos. Suele aparecer en la infancia y evoluciona hasta los 10 años aproximadamente, cuando tiende a estabilizarse. Si la miopía no se detecta y corrige a tiempo, el niño puede tener problemas de aprendizaje psicológicos y sociales importantes.
Cuando el defecto refractivo es pequeño, hay dificultad de motricidad, aprendizaje, uso del tablero en clase, ver televisión y practicar algunos deportes. Si el error refractivo es superior, se trata de alta miopía o miopía magna, un tipo de miopía que conlleva riesgos y complicaciones visuales específicas que pueden ser graves, ya que se aumenta el riesgo de otras complicaciones visuales entre las que se incluyen los desprendimientos de retina y el glaucoma.
La miopía se debe a que el globo ocular es demasiado alargado o a que la córnea es más curva de lo normal. Puede aparecer a cualquier edad siendo más frecuente cuando hay antecedentes de miopía en la familia.
Una persona miope ve claramente los objetos cercanos, pero percibe de forma borrosa los objetos que se encuentran a distancia. Suele manifestarse en edad escolar, por lo que es importante estar atentos a posibles síntomas en los niños. Mirar con dificultad lo que se pone en el tablero, acercarse mucho a los libros para leer, sentarse muy cerca del televisor, entrecerrar a menudo los ojos en un acto reflejo para que los objetos lejanos parezcan más nítidos, hacen parte de algunos síntomas que nos indican que el niño está desarrollando miopía.
Además, los niños con miopía suelen ser más tímidos y despistados, no les gusta el deporte y prefieren actividades como la lectura, la pintura o las manualidades. Como la miopía evoluciona durante los años de crecimiento, se hace necesario ir cambiando de gafas o de lentes de contacto con frecuencia. Pero este cambio no puede ser acentuado, ya que si es grande puede indicar un trastorno degenerativo que requiere tratamiento inmediato por parte del médico oftalmólogo.
En cuanto al manejo del niño con miopía debemos tener claro lo siguiente:
1. La corrección de la miopía en los niños idealmente se debe realizar con gafas en materiales resistentes y monturas de goma, con el fin de cuidar complicaciones asociadas a las caídas frecuentes en los niños.
2. La miopía causa alteraciones en el aprendizaje, desarrollo motriz y de la capacidad de socialización del niño, por lo cual su adecuada corrección es fundamental.
3. La miopía se asocia con frecuencia a otras enfermedades oculares, algunas de las cuales podrían ser graves. Por lo tanto, siempre se debe evaluar a los niños por medio del médico oftalmólogo.
Realice con frecuencia una visita al oftalmólogo y prevenga enfermedades oculares en sus hijos desde temprana edad.
